Estamos en el mes septiembre, el mes de las Fiestas Patrias. El día 16 celebramos el Día de la Independencia de México. Los festejos realmente comienzan la noche de antes con el acto oficial del "Grito" donde se honra a los artífices de la Independencia de México (1810)y donde se incluye un sonoro toque de campana para recordar la gesta del Padre Miguel Hidalgo, cuando llamó a los ciudadanos de la ciudad de Dolores (Guanajuato) a levantarse contra España que pretendía entregar el país a los franceses. Es una breve ceremonia que se hace en el balcón de Palacio Nacional en el Zócalo de la ciudad.
Dicen que la letra del grito original rezaba así "¡Viva la Virgen de Guadalupe! ¡Viva Fernando II! ¡Muera el mal Gobierno!". La verdad es que no hay manera de constatarlo, también dicen que la parte más divertida, que si me afecta a mí, es la inclusión posterior por parte de Hidalgo cuando ya se soltó en esto de los gritos de la frase "¡Mueran los gachupines!".
A día de hoy, la fórmula ha variado bastante y se ha hecho políticamente correcta por lo que la alusión a los españoles se ha quedado para uso doméstico. Este hecho me hace estar más cotizada que Paris Hilton, la noche del 15 de septiembre. Todo el mundo desea tener un gachupín a la mesa para poderle gritar y dado el carácter un poquito provocador que me adorna, la sesión suele ser muy divertida.
Como todo ritual mexicano tiene unas viandas propias, en esta ocasión se come uno de mis platos favoritos: los chiles en nogada, que se puede sustituir por pozole entre los menos proclives a los rellenos y de postre... buñuelos con miel. Para beber, agua de tuna (verde), de limón (blanca) y de jamaica (roja), los colores de la bandera nacional.