Hace unos días, el presidente de México anunció un paquete de medidas para intentar paliar la grave crisis que padece el país. Entre dichas medidas se incluye la subida de impuestos, por supuesto no se tardó tanto con el tema de los globos sonda como ZP.
Son dos ejecutivos provenientes de signos políticos distintos, son dos economías diferentes y desgraciadamente lo que más nos distingue no es el uso del "cuate, aquí hay tomate", sino que en México solo un 10% de la población paga impuestos frente a casi el 100% de los españoles que lo hacen. Esto de los impuestos en España no viene desde los Reyes Católicos, aunque lo parezca, pero milagrosamente hemos tomado conciencia de la necesidad de satisfacer estos pagos para beneficiarnos de ciertos servicios que el estado nos proveé. A fecha de hoy, este pensamiento no ha arraigado en México, quizás por la "tradición ladrona" de los gestores demostrada con creces durante tanto tiempo. Pues bien, si tenemos en cuenta que la mitad de la población trabaja en la economía sumergida no hay manera de recaudar y dada la situación actual, la opción más rápida ha sido gravar el consumo.
Pero como la retórica política es fantástica, la subida de un 2% en todos los productos de consumo se ha bautizado como un impuesto para reducir la pobreza, es un IVA con B de pobre. Las llamadas telefónicas suben un 4%, así como el tema vicios; tabaco, alcohol y sorteos. Por supuesto el impuesto sobre la renta sube, pero solo a ese 10% que paga.
La verdad es que a la gente con menos recursos les va a ser muy difícil sobrellevar esa carga aunque en teoría, se les va a devolver en programas de lucha contra la pobreza, y yo vuelvo a desconfiar. También se podría devolver en efectivo a estas personas pero eso implicaría un esfuerzo y un control muy severo.
Para que veamos que el esfuerzo va a ser por ambas partes, el Ejecutivo ha reducido la administración pública, va a eliminar 3 ministerios integrándolos en otros ya existentes. Qué alguien me explique como va a finiquitar e indemnizar a tantísima gente, dónde recolocará a los altos cargos y sus sueldos y como sorteará o que precio pagará a los sindicatos de este país por tanto despido. Me temo que ahorro, ahorro en esto poco va a ver.
Sin embargo, de momento no se mete mano a PEMEX, Luz y Fuerza o la Comisión Federal de la Electricidad que son deficitarias. En este tema sobrevuela siempre la vieja historia de las privatizaciones, la soberanía nacional y bla, bla, bla.
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