A mis pocos lectores de la piel de toro el tema de hoy “la Hora Nacional” les va a parecer bastante curioso, sobre todo a los más jóvenes, los que no hemos vivido la etapa del No-Do. La Hora Nacional es un programa de radio producido por el Gobierno Federal de México y los gobiernos estatales, se emite el domingo a las 10 de la noche por todas y digo todas las emisoras del país. Cuesta imaginarse a la Cope, la Ser, Onda Cero, Radio Surco, Radio Olé, o Radio Santamaría emitiendo el mismo programa durante una hora.
El porqué de este programa lo explica muy bien el texto que aparece en la web “La Hora Nacional fue concebida como un instrumento del gobierno federal para estrechar la comunicación con la sociedad y fortalecer la integración nacional a través del idioma, la cultura, las tradiciones y la creación artística. Con el paso del tiempo, el objetivo se ha ampliado a ámbitos como la orientación de los servicios públicos y las campañas de interés social y cultural, entre otros”.
Este programa ha cumplido ya 70 años y está coordinado por la Dirección General de Radio Televisión y Cinematografía que depende de la Secretaría de Gobernación, nuestro Ministerio del Interior. Los temas que tratan son de lo más interesante y esto no es broma, desde el uso de las tarjetas de crédito que en este país es un mundo y no tiene nada que ver con los usos y costumbres españolas; el coco (la fruta, no el que aparece por las noches), la cartelera cultural, monográficos sobre naturaleza, arte, salud o física cuántica. Por supuesto en algunos momentos se puede percibir la mano de la administración pero no es el tema de este lamento.
Mi lamento boliviano es sobre la conculcación de mi derecho a elegir lo que quiero escuchar. Es decir, que no me hace ninguna gracia que el estado decida lo que necesito escuchar. Ya sé que es por mi bien, que necesito ser culturizada pero el placer de moverme a través del dial y que una voz o una música consiga atrapar mi atención es el reto de los que hacen radio y un juego al que me presto a diario y del que disfruto. Durante esta hora el viaje por el dial es como la película “atrapado en el tiempo” protagonizada por Bill Murray, esa que sucedía el “día de la marmota”, es la misma programación con unos segundos de retraso entre las diferentes estaciones de radio. Solo tengo un problema, y es que no soy Andie McDowell y gracias a Dios esto no es Punxsutawney, esto es… el Distrito Federal.