jueves, 28 de enero de 2010

Dos tercios, sorprendente

Dos tercios es la mayoría que quiere el ministro de Educación que sea necesaria para aprobar cualquier cambio en la ley de educación. De esta manera, se liberaría a la educación de los vaivenes políticos y de cierto cariz programático que los partidos políticos tratan de dar a sus propuestas en esta materia.

Yo pertenezco a esa generación que le montó a Javier Solana unas huelgas de campeonato, allá por la mitad de los ochenta y sinceramente ahora mismo no recuerdo para qué. Supongo que por motivo de algún cambio que se estaba preparando, pero si recuerdo mis lagunas en física y química por esa huelga. Por lo que dejémonos de estupideces y pongámonos a enseñar y a aprender.

De todas maneras y después del totus revolutum que en estos días tienen nuestros dirigentes sobre el tema nuclear, creo que son ellos quienes deberían tener un periodo obligatorio de educacíón antes de acceder al cargo. Es más, deberían pasar una oposición y aprenderse un par de leyes básicas de esas que se le exige hasta a un chófer o alguien que hace fotocopias en cualquier ayuntamiento. Si, esa tan amena que se llama Ley de Bases de Régimen Local o simplemente la Constitución. Lo del tema nuclear lo dejo para los que quieran subir nota, pero que no tengan clara la división de la administración pública y sus competencias, me pone los pelos como escarpias.

Por si acaso que Gabilondo valore la posibilidad de programar para sus señorías un curso donde se les explique en qué consiste una mayoría de dos tercios. Más de uno lo va a agradecer.
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