Aunque parezca mentira lo ha dicho Obama esta mañana en la ceremonia de entrega de los premios Nobel. Y digo yo, cómo no se le cae la cara de verguenza al pronunciar estas palabras después de anunciar, la semana pasada, el envío de 30.000 soldados a Afganistán.
Yo, si fuera él, hubiese excusado mi presencia por una indigestión pero está claro que la cena le ha sentado genial. Lo de renunciar a este galardón lo desecho totalmente porque no es mediático, porque estaría lanzando un mensaje belicista al mundo y bla, bla, bla... aunque hubiese sido lo normal. Eso sí, el bochorno debería ser extensivo para los linces "nórdicos" que le propusieron.
Decidido, me quedo con el salmón, los fiordos y los noruegos.
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jueves, 10 de diciembre de 2009
"Soy un Nobel de la Paz entre dos guerras"
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