domingo, 27 de julio de 2014

Semáforo es femenino


Desde hace ya un par de décadas se incluyó la perspectiva de género en todos los ámbitos, especialmente en la investigación y el estudio y por supuesto, en la administración pública. En estos días veraniegos asistimos a la parálisis en la elección de los próximos comisarios de la Unión Europea (UE) por este tema.

En la UE se resisten pero no así en el mobiliario público, la revolución del género llegó a los semáforos y eso me hace sentirme un poquito menos discriminada, ¡me troncho!
En cuestiones de género tengo una posición bastante clara sobre el tema pero no viene a cuento, solo hay una cosa que me enerva y es el tema del lenguaje. Tener que escuchar el cambio constante de género de los sustantivos o poner la arroba en los escritos me hace perder la concentración en la lectura y en la comprensión de un discurso. Soy de la opinión de que el lenguaje no discrimina per se, somos los hablantes los que discriminamos, pero habrá quien lo rebata y está en su derecho.

Y cómo estamos de los más contestatarios últimamente, pues esta imagen femenizada de los semáforos no tiene porque haber sentado bien a todos. Supongo que el sector de la peluquería está en pie de guerra, la muñequita luce una cola de caballo, o el de los diseñadores por la falda de capa y yo, simplemente quiero que me den unos segundos más, me cuesta cruzar los dos carriles y las vías del tranvía, no quiero imaginar a un abuelito o alguien con dificultades para caminar.