Acabo de levantarme del sofá, el clima no favorece la incorporación pero he terminado de leer el libro que dio el premio Alfaguara 2011 a Juan Gabriel Vásquez, "El ruido de las cosas al caer" y he tenido el impulso de escribir esta entrada.
¿Por qué he vencido los treinta y pico grados de mi "departamento" que dirían en Bogotá? Pues porque esta mañana revisando la prensa me he desayunado un mísero té, un quesito blanco y la escalofriante noticia sobre un tipo apodado Popeye, jefe de los sicarios de Pablo Escobar, que ha salido de la cárcel en libertad condicional tras 23 años de prisión y pagar unos 4.500 euros de fianza.
Me temo que lo vergonzoso es que este ser humano, que no persona, reconoce haber matado a 300 personas y haber ordenado otros 3000 asesinatos y ha exigido a la Defensoría del Pueblo de Colombia que vele por su vida. No me da risa porque la cosa no es para reír pero miedo si me da, la verdad. Y Andrés Pastrana que se pira de Colombia porque su seguridad está comprometida.
Y todo esto qué tiene que ver con mi última lectura, pues que es una fantástica historia que recoge de fondo el miedo, la sensación de inseguridad y las desgracias que los colombianos han padecido gracias a tipos como este desde los años 70. He descubierto cosas de la historia de Colombia que desconocía y me han hecho recordar, de nuevo, al miembro colombiano del G-7.
Es un libro de fácil acceso, está en una gran cantidad de bibliotecas públicas y por supuesto que estará a la venta, no hay excusa.
Quiero pensar que solo fue una coincidencia pero cada vez tengo más claro que las coincidencias no acaban de existir, no al menos en mi vida.