Hace unos meses leí una noticia en el periódico sobre un caco que había sido detenido tras robar un banco. Hasta aquí nada de extraordinario, lo divertido fue leer que el ladrón en cuestión se había sorprendido de su identificación y posterior detención, ya que había hecho pruebas embadurnándose el rostro con zumo de limón y tomándose una foto con una Polaroid pero no salía en las mismas. Lo que no recordaba con tanta exactitud era que al disparar tenía tal escozor en los ojos, por el zumo de limón, que desviaba la cámara de su objetivo y de ahí que no se viera reflejado en las instantáneas.
Al contrario que este ladronzuelo de Pittsburgh, he decidido no darme al zumo de limón vía tópica para no desviar la atención y retratar en este blog todo lo que vaya sucediendo o simplemente me sorprenda durante este año 2013.
¡Este año 2013 va a ser genial!
Besos desde el Santo Reino