El viernes pasado abandoné el DF en dirección al Caribe. Ese mismo día, en las noticias de las 6 de la mañana, escuché que el gobierno federal había cerrado las escuelas. Al parecer la orden se dio de noche, los niños fueron arrastrados fuera de la cama, montados en los carros, en el metro y en los buses y fueron expuestos a la "influenza" durante su trayecto al colegio y una vez allí se enteraron de que siempre no había clase hasta el día 6 de mayo. ¡Maravillosa la previsión!
Pasé cuatro días pegada a internet, asustándome de todo lo que estaba pasando en México.
En fin, volví ayer y llegué al DF a las 12 de la noche con escala en Panamá, aquello fue el principio de lo que me espararía al llegar a la capital. Todo el personal de tierra con tapabocas y guantes de latex, yo para no ser menos me había pertechado de los mismos en la Isla.
Cuando arribé al aeropuerto Benito Juárez apenas había gente, en el camino de vuelta a casa nada de tráfico, la ciudad estaba desierta y ¡carajo! de pronto me sentí sola en el DF.
En el día de hoy he tenido que hacer un trámite en migración y una sola diligencia en la ciudad. El supertapabocas de pintor que me regalaron ayer ha sido parte de mi nuevo look, a estas horas que llevo atrincherada un buen rato aún se me nota la marca de la misma.
Creo e intentaré irme en breve. La verdad es que si uno camina por la calle, la ciudad está más que tranquila, parece un fantasma comparada con la actividad diaria. Pero lo que más me asusta es leer los periódicos extranjeros, no me extraña que mi gente esté más que asustada, hasta yo lo estoy cuando los leo.
Mañana espero acabar con todo lo que tengo que hacer, como siempre la radio es mi compañía.
Mañana más y esta vez espero que sea para mejor, D.m.
jueves, 30 de abril de 2009
Sola en el DF
jueves, 16 de abril de 2009
United States Secret Service
En unas horas llega Obama a México y adivinen... estará 24 horas en el país, al parecer es una superdeferencia (cosa que agradecemos) pero esto no es lo importante. Lo verdaderamente importante, lo periodísticamente importante es la cercanía al lector y en esta ocasión, esa cercanía es literal. Obama se alojará en un hotel que está al final de mi calle.
Por supuesto que no lo veré, pero he sucumbido y esta misma tarde me he acercado caminando hasta el hotel para poder ver como está el ambiente y buscar a los del servicio secreto.
Desde una cuadra (sig. 8) antes del hotel estaba sembrado de policías con sus vallas incluidas. A cierta hora. la boca de metro más cercana se ha llenado de "lecheras" y gran cantidad de mexicanos trajeados con botón en la solapa del Águila Méxicana. Para que el espectáculo fuera completo tan solo faltaba que en lugar del charro con los caballos que hay en la rotonda frente al hotel estuviera "La Cibeles".
La parte divertida o al menos curiosa es como los boleadores se afanan en lustrar las botas de los policías que custodian los accesos al hotel. ¡Ay caray! ¿serán estos los de la secreta?
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martes, 14 de abril de 2009
Semáforos en un solo sentido
No tiene nada de particular la foto, tan solo es un semáforo. Es más, es de los pocos que tiene la versión para peatones. En la mayoría de los cruces tienes que cruzar pendiente del sentido y de los semáforos de los autos. Lo divertido, por decirlo de alguna manera, es que al igual que en esta esquina, en muchos de los cruces de la ciudad tan solo existe un semáforo para peatones, el que se ve. Es decir, cuando te toca cruzar desde la acera donde está ubicado el semáforo debes lanzarte a las bravas.
Es un gasto de dinero que existan este tipo de semáforos para peatones puesto que los que hay no señalizan los dos sentidos del cruce y no están sincronizados, se abren al mismo tiempo que el que permite girar a los coches.
Es un exceso pedir que existan dos semáforos por cruce, por eso de que "todo lo que va, vuelve" y que estén correctamente sincronizados.
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lunes, 13 de abril de 2009
Fui a Lima y volví
Hermosa, la verdad que Lima es hermosa. Se me fue de la cabeza que estaba en la costa y tan solo me di cuenta cuando una bofetada de aire cálido y marino me golpeó al salir al exterior del Aeropuerto del Callao. Estaba tan emocionada con Machu Picchu que olvidé la capital. Una ciudad grande, bastante bien planificada, muy pero que muy limpia y salvo el que está llena de taxis piratas, todo es perfecto.
Creo que es el paraíso de los enamorados del pescado, en versión cebiche, tiradito, asado, a las brasas, relleno, de cualquiera de las maneras. Aún lo pienso y comienzo a salivar.
El "Pisco Sour" es una de las formas de beber la bebida nacional. El pisco está delicioso pero acarrea bastantes efectos secundarios en alguien como yo. Es más, me dio soroche. Palabra esta que aprendí en mi viaje posterior a Cuzco.
Todas las ciudades tienen sus partes feas, peligrosas o degradadas, por supuesto esta ciudad también, pero me voy a quedar con las zonas que más me gustaron: la plaza de Armas (zócalo, o plaza mayor) que es realmente hermosa, el Olivar de San Isidro (al que dedicaremos una entrada propia por derecho), un pequeño museo que se llama Museo Larco, el Museo Pedro de Osma en el Distrito de Barranco y la vista de la ciudad desde la playa con su desnivel incluido.
Los limeños son gente muy correcta, educada y un tanto desconfiada, no es per se cariñosa en el sentido latinoamericano de la palabra, se acerca más al concepto europeo de cariño.
Me encanto, Lima es la ciudad de los homenajes culinarios y por supuesto que hizo justicia a ese título.
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jueves, 9 de abril de 2009
Genial, realmente genial
América Latina es sorprende, como sorprendente es su gente y si no solo falta ver la última acción presidencial de Evo Morales, ponerse en huelga de hambre para que el Congreso boliviano apruebe la nueva ley electoral.
Es que me muero de la risa, que por favor alguien le explique en qué consiste el sistema parlamentario al Presidente y a García Linera, que no da puntada sin hilo.
PD: ¿Será esto el famoso "lamento boliviano"?
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miércoles, 8 de abril de 2009
Intento comprender...pero no puedo
No entiendo ni de política ni a los políticos. ZP ha dado un buen lavado de cara a su gabinete y nos ha premiado a todos los españoles con la presencia de Chaves en nuestras vidas informativas (qué será de Canal Sur ahora), entre otros. Entiende nuestro dirigente que el tema de la autonomías es lo que más preocupa al ciudadano medio con lo que está cayendo, pero como dirían en México, "ni modo" o no hay de otra. No tengo nada contra Chaves pero se me escapó ese pensamiento, y me pregunto a qué se van a dedicar los ya no-ministros con la falta de empleo que hay en el país.
En México, la ministra (secretaria) de Educación dimitió hace unos días para presentarse como candidata a diputada en las elecciones legislativas del próximo julio. Renuncia a su puesto de ministra para ser diputada. Razones "haberlas, haylas", a mi se me escapan y la teoría de que en México quien tiene aspiraciones a dirigir un estado o el país debe tener un largo curriculum en cargos de elección popular, pues no acaba de convencerme.
Seguiré intentando...lo de la comprensión en materia política.
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jueves, 2 de abril de 2009
"Todo es posible en América" (West Side Story)
Casi todo, intentar leer en América Latina a veces es una tarea imposible. Lo intenté en Cusco, lo intenté en Lima, lo intenté en Costa Rica y terminé por olvidarlo en Guatemala.
Entre que una tiene un paladar exquisito para el tema de la lectura (los libros de autoayuda me producen sarpullidos) y ante la nula selección de Cusco, la escasa oferta de Lima y la poco atractiva biblioteca "tica" que versaba entre viajes por parques naturales o La chica de las bragas de oro de Marsé, decidí esperar las horas que me quedaban hasta el vuelo siguiente echando un cabezadita. Pero el destino quiso que me cambiaran el boleto y adelantaran el vuelo unas 3 horas, con lo cual mi difícil elección quedaba pospuesta para el aeropuerto "La Aurora" de Ciudad de Guatemala.
Yo no sabía que la terminal estaba en plena inauguración y para mi desconsuelo que no había nada para leer: ni un periódico, ni una revista, ni una guía de viaje, ni un prospecto, ni un libro de Marsé.
Lo más triste es que entre los establecimientos abiertos y los anunciados como próximas aperturas no se contempla nigún kiosco de prensa o de libros.
Ya sé, ya sé, la culpa es mía. La próxima vez no olvidaré mi librito en la cabecera de la cama.
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