Me voy a marcar un sinprin de política internacional. Mis fuentes son poco fidedignas, es decir los medios de comunicación que nos machacan con la victoria del creador del "yes, we can", Obama.
De momento no podemos decir que haya mucho más tras estas palabras, porque cambia de opinión cada 10 minutos. De hecho, está empezando a deshacer los entuertos y malentendidos generados durante la campaña interna hacia los diferentes grupos de presión. Hoy se ha dedicado a tranquilizar al lobby judío al que tenía soliviantado por su postura sobre Oriente Medio o su no postura, como queramos verlo. Pero hasta noviembre esperamos que estas se llenen de contenido, pero esto no era importante hoy. La noticia era la victoria no reconocida de Barack Obama frente a la Familia Clinton.
Ya es el hombre del día y seguramente del año, gane o pierda. Supongo que las casas de apuestas de Londres estarán jugándose quién acompañará a Obama en esta aventura. Yo, me juego los cuartos a que Hillary no será parte de la fórmula presidencial, que será Edwards quien acompañe al ganador de ahí que se retirara tan temprano y en favor de este.
Los analistas se atreven a decir que el "menage a trois" que se montarían Obama, Bill y Hillary sería muy difícil de vender a los electores, pero lo maledicentes se inclinan por la explicación que a Obama no le "ponen" ni Bill, ni sus negocios y el Partido Demócrata está "jartito" de la Saga Clinton.
Los ciudadanos de los Estados Unidos no tienen que dar ejemplo a nadie y elegir a un presidente negro (hay que reconocer que tienen un problema con el exceso de melanina en muchos estados) y a una vice mujer (dejaré el tema de los estrógenos) por el hecho de ser estos, negro y mujer. Deberían elegirlos porque realmente son los mejores preparados y su programa es el que necesita el país, pero esto sería en un mundo ideal. Me viene a la mente la frase de "los electores son sabios", ejemplos hay en muchos países de lo contrario.
Pero en esta historia que ahora comienza, lo que me da miedo del Senador de Illinois es lo bonito de su verbo y lo blandito de sus ideas. ¡Qué Dios nos libre del "buenísmo" de los políticos!
Debería darme igual quien sea el próximo presidente de los Estados Unidos, pero lo que elijan los americanos en las urnas nos afecta bastante más de lo que algunos quisiéramos.
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miércoles, 4 de junio de 2008
¿Hay algo más tras el "yes, we can"?
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