"La famiglia" y el tute

Esta semana está llena de familiares incómodos. Entre el yerno real y la prima de riesgo no sé con cual quedarme. La verdad es que los estrategas del PSOE andan perdidos, su golpe de efecto con el tema real no ha tenido su contrapartida como deseaban con el caso Campeón. Supongo que ahora el Rey se pensará muy mucho lo de su sabida filia a la izquierda española. Sin embargo, la táctica de Pepiño de agazaparse está teniendo sus frutos (también del mar), nadie dispara al pianista porque la verdad es que el pianista ya tiene las dos manos escayoladas. Espero con ansiedad como se desarrollarán ambos casos tras las elecciones, vamos estoy que no duermo.

Lo más divertido es que mientras unos impostan la voz a lo Chuck Norris y lanzan el  mensaje a los mercados de lo duros que van a ser, los otros andan haciéndose mimitos. ¡¡¡¡Ayyyyyyyyy, yo lo que quiero es un Berlusconi a quien echar!!!! no sirve de nada pero seguro que me desfoga.

Y mientras, le doy gracias a Dios porque los mercados operan de lunes a viernes, son como Rita Moreno con su 9 to 5. De no ser así, las elecciones tendrían que adelantarse de nuevo a mañana por la mañana a primera hora porque esto no hay quien lo pare. Es lo que tienen los familiares incómodos, se saben cuando vienen pero no cuando se van.

Ahora es cuando entra mi super reflexión: "tengo la sensación de ser una pieza de ajedrez en este tablero que es el mundo... ¡qué va!, eso suena demasiado literario como muy centro europeo (me troncho). Me siento como naipe a lo Heraclio Fournier  en plena partida de tute, donde además de que estoy sobada, pinta en bastos, alguien está arrastrando y acaban de cantarme las cuarenta".
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Hoy me pesa la vida

Ví la película "21 gramos " de González Iñárritu hace unos años y lo único que recuerdo era que salía Sean Penn y la sensación de dureza que me quedó tras verla. Dicen que el alma pesa 21 gramos pero imagino que no será la mía, creo que hoy la de una servidora se aproxima más a un quintal.

Hoy es uno de esos días que si mi cuenta bancaria fuera superior, me iría a la FNAC y quemaría la tarjeta (cada uno tenemos nuestro Zara personal). Haría una terapia de chopping, a mucha gente le funciona, pero soy un fastidio, la maldita cordura me hace mantenerme encadenada a la pata de la mesa camilla. 
Mientras empezaba esta entrada, he comenzado a urdir mi venganza contra mi pesado mundo. He puesto a cargar mi ebook, mi adorado Sony Reader y  no tardando mucho, me daré un homenaje, me serviré una copita de oporto maravilloso que me regaló mi Herma. Creo que sintonizaré RNE Radio clásica, hoy no es noche de "La brújula". No tengo humor para aguantar a Berlusconi y su pataleta de setentón revenido y me pondré a lo romano con Santiago Posteguillo o empezaré lo último de Javier Marías que lo conservaba para deleitarme en Navidad.

Parafraseando a nuestra vieja amiga Eliza Doolittle "tengo más vida interior que Santa Teresa de Jesús" y necesito un bálsamo para mis heridas, este guerrero está agotado. No descarto cambiar todo esto y poner el tema de Amaral de "Hacia lo salvaje" mientras canto bajo la ducha, es de los ejercicios que más me relajan.
No hay que preocuparse, debe ser un efecto secundario de la democracia, Hoy he votado y puede que no me haya sentado bien.
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El cartero llamó una sola vez

y yo le abrí.
En su cartera traía mi ansiado voto por correo. Ha sido al filo del mediodía y  no me he resistido a comprobar los partidos políticos que se presentan esta vez a las elecciones. La selección es bastante más aburrida que en la convocatoria a las autonómicas, vamos es un coñazo.
Me encanta leer las candidaturas para ver si conozco a alguien, además de a los cabezas de lista y mi sorpresa ha sido reconocer a mi director de máster y profesor en una de ellas. Me he emocionado tanto que he se me ha perdido una papeleta, la primera del taco (vienen engomadas por la parte inferior y con una contratapa de cartón más rígida) y no era otra que la del Partido Socialista. ¡Alfredo, no se puede tener menos suerte! Cuando acabe con el estudio y la contemplación tendré que correr mi maravilloso sofá rojo con magnolias cremas para rescatar a este buen hombre de debajo.

Tiene gracia que lo más sorprendente de la campaña hasta ahora, haya sido reconocer a mi profesor en las lista "vargallosista".
Pues nada a meditar el voto y de momento a bajar a echar el Euromillón que hay bote.
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Adoro la campaña, ¿o era la champaña?

Casi cinco millones de parados; una histórica fecha elegida a mala leche, 20N; un debate que nadie quiere debatir; unas encuestas supermega cocinadas para movilizar a la izquierda a que vote; la derecha más derecha agazapada y por primera vez y de momento, calladita (y como diría aquel "mordiéndose una teta") y supongo que pensando porque fueron tan capullos con su ahora omnipotente presidente durante estos años; y esa izquierda depilada totalmente, sin ceja y sin ese "qué nada te cambie", con los reyes de la pana González y Guerra de bolos por España. ¡Esto es España! ¡Dios mío, si es que no le tenemos que envidiar nada a los griegos con su  Papandreu y a los italianos con su Berlusconi!

He de reconocer que debo ser de los pocos humanos que le gustan las campañas, pero no puedo alardear en público porque reconozco que conllevan un gasto inútil de dinero, ya que solo deciden un 5% del voto y este sale carísimo. Si tenemos en cuenta que una servidora cumple con el ritual por correo desde sus más tiernos 18 años, pues como que la campaña me pilla de esa manera, de la del 95% que no la necesita. Eso sí, se me ponen palomitas en el estómago cuando el empleado de correos me entrega el sobrecito con todas las candidaturas y compruebo la cantidad de partidos que se presentan y que quieren pillar tajada. En ese momento pienso que la culpa de todo la tiene un tipo que nadie conoce y que se llama Víctor D'hont.

Pero volviendo a este gusto tan caro, que no refinado, que tengo. Confieso que se debe a los operadores de comunicación del PSOE, me parecen soberbios. Pero hay que ser justos y decir que me hace muchísima gracia el complejo que tiene el PP por ser derechas, que yo sepa no es un delito, y los mensajes tan poco valientes que emplean en su comunicación. Parece que no pero las campañas para mí son como un lifting, durante esos quince días, rejuvenezco.  Recobro la perplejidad infantil que aún llevo dentro cuando el PSOE va presentando sus anuncios.

Ahora que el lema de "Pelea por lo que quieres" pues de momento ni fú ni fá, me parece una arenga a ese sentimiento a lo 15M que todo españolito lleva dentro y que precisamente nos empuja a mandarles al carajo. Pero como no creo que el azar haga tándem con Rubalcaba, mi alma de adicta a los culebrones espera la próxima entrega que debe estar por llegar.

El lema pepero de  "Súmate al cambio" me parece difícil de enunciar y lo asocio a la expresión de "Multiplícate por cero" lo cual me lleva a los Simpson (creo que es un dejavú, no me lo tengáis en cuenta).  Será que tengo alma de excel.  Vamos, que muchas ganas de buscar lema no había y se ha elegido uno facilón y ligerito. Pues nada, a mantenerse que es la estrategia. Podrían haber puesto la imagen de Bruce Lee y el rollo de doblarse como un junco, pero supongo que al líder barbado el kimono negro no le favorece demasiado.
Y hasta aquí puedo escribir de momento y si ningún partido lo remedia, tenemos por delante los 15 días de campaña más aburridos que una ciudadanía pueda vivir.

¡Esto va a ser hartamente difícil de superar!
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