lunes, 30 de mayo de 2011

¡Qué peliculón!

Pequeñas mentiras sin importancia de Guillaume Canet

Pues nada, peliculón, peliculón. Tinto, mucho tinto, ostras a cubos, buena música, fotografía espectacular y una historia que te pega a la butaca durante dos horas y medias que pasan volando.
¡Buenííííiíííííííííísa!