Allá por enero de este año tuve un dejavú político sobre la necesidad de que nuestros políticos estudiasen. Le dediqué una entrada titulada Dos tercios, sorprendente.
Después de los acontecimientos de ayer y hoy, de la interpretación del artículo 19 de la Constitución y la utilización del 116, que a mi pobre entender está dedicado a otros fines y no a terminar por decreto con una negociación laboral fallida, me reafirmo, que los políticos estudien al menos el texto constitucional y que los ministros terminen Derecho (esto último no es deseo, es súplica).
Necesito que alguien me explique ¿por qué se han conculcado los derechos fundamentales de un colectivo de trabajadores este fin de semana? ¿por qué no se hace cuando el metro de Madrid hace una huelga e impide a más de 2 millones de personas ejercer su derecho a moverse libremente por el territorio nacional? Solo me queda pensar que el subsuelo madrileño no es España, que puede ser.
Tengo ganas de que llegue el lunes y constatar que esta machada no nos va a costar un pastón. Confío en mi mal olfato para la bolsa y que los "especuladores" que están atizando a nuestra economía, no lo vean como yo, como un signo de debilidad de un sujeto que no es capaz de llegar a un acuerdo con sus trabajadores y por "sus decretos" militariza lo que haya que militarizar. Si esto sucede, el estado de alarma en el que vamos a entrar va a ser alarmante.
Todo esto por supuesto, lo escribo en virtud del artículo 20.1.a. de la CE que dice así:
"Se reconocen y protegen los derechos a:
a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de difusión."
Lo digo porque nos estamos poniendo tan exquisitos con los derechos fundamentales que necesito sentirme partícipe y el artículo 19 este puente pues no me resultaba cercano. Espero que no se lean el artículo 55.
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sábado, 4 de diciembre de 2010
Yo soy más del 20
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