Esta semana me ha tocado bucear en documentos portugueses del siglo XIX. No me da la soldada para ir a Sharm el Seik (Egipto) a bucear, pero como premio me he encontrado una perla que me ha hecho mucha gracia.
Entre los documentos de la embajada española en Lisboa hay una breve carta que recoge el epíteto que encabeza esta entrada "desinquietador de matrimonios". Esta expresión fue la que un "amante de la nación portuguesa, del honor de la española y de la reputación de su familia y de las demás de esta Ciudad" utilizó allá por el año 1826 en Lisboa, para tildar a un golfo español que se dedicaba a "levantar" las señoras a sus esposos.
La epístola que recoge los datos personales del susodicho es muy breve, está escrita en portugués y es anónima. Todo hace suponer que es fruto de la pluma de algún marido luso que no soportaba más los requiebros amorosos de este Spanish-lover. En defensa de este enamorado de lo ajeno diré que el anónimo delator debería estarle agradecido por satisfacer la inquietud de su cónyuge.
En apenas veinte líneas, se facilita el nombre y graduación militar del delatado, punto este último que se presupone falso. Seguramente se creó un personaje y para darle un toque de mayor aventura a su carrera militar, incluyó su adscripción al ejército que participó en el levantamiento de Cádiz allá por enero de 1820. Para que luego digan que el liberalismo no aporta glamour a las conquistas, aunque sea a las amorosas.
La verdad es que no debió de servir de mucho la denuncia pero a mi me alegró el día casi doscientos años después .