Sí, he podido con él. Tras cuatro años en mi mesilla y varios vuelos interoceánicos me he "echado" las mil y pico páginas de "2666" de Roberto Bolaño.
He de confesar que yo, que me leo hasta los ingredientes del champú, los prospectos de las medicinas y como sabéis las leyendas de los desodorantes, este libro se me ha resistido como ningún otro.
Concebido por su autor para ser publicado tras su muerte en diferentes etapas, cinco novelas independientes, fue publicado como una sola novela. Considero esta decisión como un error y siempre desde el punto de vista de un lector común, puesto que la nunca fácil prosa de Bolaño se me antoja en más de una ocasión zigzagueante y farragosa y una invitación al abandono o a la lectura rápida siempre reñida con la genialidad del autor. Por supuesto, esa pizca de masoquismo lector que de vez en cuando me ataca hizo que perseverara en la lectura y disfrutara del desenlace de la novela como si me comiera el último tazón de natillas de la nevera, con mushísimo gusto.
No, yo diría que no es su obra maestra. Creo que los cuentos y relatos cortos son sin duda Bolaño en estado puro pero si eres un lector poco asustadizo, atrévete.
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