miércoles, 24 de septiembre de 2008

¿Quién dijo miedo?

Ayer me echaron de clase de tenis por mala, vamos por tener poco nivel. Eso sí, de manera deportiva se me conminó a cambiarme de grupo y mira que yo intenté que no se saliera la pelota de la pista, vamos de la alambrada. Por supuesto, que no se podía pedir que "entrara", eso es para profesionales.

¿Cómo se dio cuenta el profesor que era tan mala? Le bastó verme con la raqueta en la mano y pelotear con un amable caballero que llevaba dando clase dos añitos. Tiempo que ellos llaman "iniciación avanzado" pero que la señorita de las inscripciones no supo descifrar y que voluntariosamente me asignó, vamos que me mandó allí, a los leones.
Mi examinador no se quería quedar con la duda pese a la confesión firmada que le hice de mi nula habilidad para este deporte. Así es que me solicitó amablemente que diera una serie de golpes del revés... ¡madre mía! la cosa fue a peor, su cara de sorpresa aumentó al descubrir que devolvía las pelotas con una sola mano.
En fin, hoy vuelvo a intentarlo. Esta vez espero causar mejor impresión, aunque lo dudo porque mi mentor, que ejerce de coordinador de la escuela, estará allí esta tarde.
Si me echan del grupo de hoy espero tener la oportunidad de apuntarme con los niños.
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domingo, 14 de septiembre de 2008

Welcome to the Hotel California...

...such a lovely place ...


Lo prometido es deuda y aquí va mi entrada sobre el supuesto Hotel California de los Eagles.

Está situado en una cálida localidad de Baja California Sur llamada Todos los Santos. Me gustaría pensar que en este pueblín se encontró la inspiración para escribir uno de los mayores éxitos de la música rock pero he estado buscando esta posible relación y no la he encontrado. En la Red corren dos versiones sobre el tema de la cancioncita en cuestión; una, que es fruto del consumo de drogas y dos, que es un canto a Satán. He de reconocer que a mí la visita no me inspiró ni lo uno ni lo otro.

Tras conocer el pueblo y dando por buena la leyenda, intento imaginarme a hordas de hippies barbudos fumando canutos e intentando "hacer el amor y no la guerra" a 55 grados, pero no puedo. Mi imaginación no da para tanto. No solo veo difícil dedicarse a estas dos actividades, veo casi imposible darle a la composición y que no te suden las manos hasta quedarte pegado al mástil de una guitarra . Así es que haré un acto de fe y me comeré el sapo de que los Eagles compusieron esta rola allí.

Lo que sí es seguro es que en 1976, cuando Elfavor no había abandonado el parvulario (Kinder), esta canción formaba parte de un álbum del mismo nombre que fue un hitazo.

Esta historia desértica circula por toda la península (folletos turísticos) y parte del extranjero y atrae a multitud de rockeros a este hotelito. Una construcción que si bien por fuera es de estilo mexicano, (a algunos le puede recordar a las casas coloniales de la película "El Zorro", la de Banderas), la decoración del lobby es un exceso de tamaño y color para los sentidos que me encantó. El patio interior parece un oasis en el desierto, las plantas y la terraza en alto hacen que la temperatura esté un par de grados más baja y tu termostato personal te lo agradezca.

Imprescindible echarse una cervecita si has tenido la osadía de llegar hasta allí pero ten mucho cuidado porque podrás atraer a la maldición...si hombre, la de pasarte el resto del día cantando la frasecita de "Welcome to the Hotel California...".


Un dato curioso, había leído en mi Lonely Planet que esta zona es famosa por la concentración de moteros, pero nunca imaginé que en la carretera me adelantara un motorista con placas españolas.
¡Tan lejos, tan cerca!
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miércoles, 3 de septiembre de 2008

Lo hice

Sí, he podido con él. Tras cuatro años en mi mesilla y varios vuelos interoceánicos me he "echado" las mil y pico páginas de "2666" de Roberto Bolaño.

He de confesar que yo, que me leo hasta los ingredientes del champú, los prospectos de las medicinas y como sabéis las leyendas de los desodorantes, este libro se me ha resistido como ningún otro.

Concebido por su autor para ser publicado tras su muerte en diferentes etapas, cinco novelas independientes, fue publicado como una sola novela. Considero esta decisión como un error y siempre desde el punto de vista de un lector común, puesto que la nunca fácil prosa de Bolaño se me antoja en más de una ocasión zigzagueante y farragosa y una invitación al abandono o a la lectura rápida siempre reñida con la genialidad del autor. Por supuesto, esa pizca de masoquismo lector que de vez en cuando me ataca hizo que perseverara en la lectura y disfrutara del desenlace de la novela como si me comiera el último tazón de natillas de la nevera, con mushísimo gusto.

No, yo diría que no es su obra maestra. Creo que los cuentos y relatos cortos son sin duda Bolaño en estado puro pero si eres un lector poco asustadizo, atrévete.
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