miércoles, 20 de agosto de 2008

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Es la obra póstuma de Roberto Bolaño, que ya se sabe que es uno de mis autores favoritos.

En esta ocasión, sus más de 1.100 páginas se han convertido en un reto de lectura. En mi poder desde 2004, el mamotreto en cuestión se me ha resistido.

Escribo esta entrada para darme ánimos y tener el compromiso de terminarlo, ya voy por la página 800. Pese a lo excesivamente extensa, la obra es una genialidad.

Si mi voluntad no me abandona, en unos días habré concluido mi "particular obra de El Escorial".

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