Después de siete años de silencio en el blog, he decidido volver a retomar este hábito de mirar con atención a mi alrededor y compruebo que reinicio esta actividad en las mismas fechas que la abandoné, un mes de noviembre. La casualidad no se quedó ahí porque la última entrada está dedicada al terrible corte de pelo que tenía en esa época al más puro estilo Iñigo Montoya.
En estos años he mejorado algo en cuanto al corte de pelo, pero es este gran espadachín televisivo quien ha vuelto a inspirar mi regreso. mariaelfavor está tomado clases de esgrima y se siente cual Iñigo Montoya con epicondilitis. Bien, lo que se dice bien, no se me da, pero me divierte una barbaridad. Aún tengo esperanza de mejorar con la práctica porque hay una actividad que se me da incluso peor y es la costura, pero eso es tema para otra entrada.
Pese a que mi Santa me dice que la costura me vendrá mejor, no quiero dejar pasar las oportunidades que se me puedan presentar como mozo de espadas de algún torero o trabajar en un rodicio brasileño. Hay que estar abierta a casi todo.