Hemos pasado del "si se puede" al "me las veo y me las deseo". La victoria parece contundente si nos centramos en el número de compromisarios obtenidos por cada uno. Ahora bien, teniendo en cuenta el sistema de reparto, pues me deja una sonrisilla de medio lado, vamos que me hace mucha gracia.
Las opciones que tenían los estadounidenses no eran demasiado atractivas, estaban indecisos entre el Zapatero mulato (perdón, por no usar afroamericano, pero este señor no es descendiente de esclavos negros llevados a Estados Unidos. Este señor es hijo de un ciudadano keniata y no le veo el problema, la verdad ) y el "no tengo claro de que pie cojeo, pero cojeo un huevo,¡Amén! Romney".
No paro de darle vueltas a esas palabras que ha pronunciado Obama de "lo mejor está por venir". Mientras, observo la composición republicana de la Cámara de Representantes. Supongo que los políticos piensan que los demás no sabemos leer entre líneas, pero la ausencia de mayoría demócrata en dicha cámara es fácil hasta de deletrear, M-I-N-O-R-Í-A. Sí no cumplió con las expectativas en los cuatro años anteriores, me temo que lo tiene "canijo" en el periodo que ahora comienza y encima tendrá su particular "año del pato cojo".
Pero tengo la solución a sus males, que convoque un referéndum soberanista y si no lo puede hacer como nuestro conterráneo (por eso de ser del mismo planeta Tierra, vamos) Artur Mas, pues que vuelva a convocar elecciones. Si es que este hombre es listo a más no poder. No ha permitido que se hable ni un momento de su pésima gestión al mando del gobierno de Cataluña. No sabemos qué medidas de estimulo económico tiene proyectado y por supuesto, qué planes tiene para evitar la bancarrota y, sí sale elegido el 25 de noviembre, le hago la ooooola.
God save America and Catalonia!
miércoles, 7 de noviembre de 2012
Obama y su casi "no puedorrrrrr"
jueves, 1 de noviembre de 2012
Nueva en el Santo Reino
Perdón por el silencio. Es lo que tiene mudarse. Uno tiene que adaptarse al nuevo ecosistema, y ver como es la vida en la nueva charca. Una vez superado el trámite, que en mi caso suele ser bastante corto, pues a ponerse al tajo. Me he mudado a lo que se llamaba en la Edad Moderna, Santo Reino. Me temo que en aquella época estaba la cosa un poco más animada que en la actualidad. Aunque no desespero, pienso que esto se puede animar. Y si no, pues siempre tendré el consuelo que proporciona una buena botella y un buen libro.
Por lo pronto, esta semana previa al Día de Muertos, me he dado al buñuelo y a la pertinaz pesadez de estómago que me ha atacado en cada bocado. Además, me he zampado algún que otro hueso de santo y he innovado con una nueva especialidad culinaria, que a decir verdad... pues como que no. Estoy hablando de las gachas dulces, con un intenso sabor a anís que me recuerda la botella añeja de Marie Brizard que mi padre guardaba en el mueble bar. Evitaré los adjetivos de dicho bocado por eso de herir sensibilidades en mi nuevo terruño pero como decirlo...las gachas no son lo mío.
Pero el persistente sabor a anisete no me ha desanimado y como todos los años por estas fechas, estoy de un excelente humor. Ya he colocado mi altar de muertos y mañana que es el día clave, colgaré la foto del mismo para que disfrutéis de mi pequeño homenaje. Contra la creencia popular de que es algo macabro, a mi me parece maravilloso celebrar que hemos podido compartir parte de nuestro tiempo con los que se han ido. Es algo así como marcarse un disco tributo a un conjunto de rock pero sin descargarlo del I-tunes y en el salón de tu casa. ¡Me ha quedado "peteño" pero muy cariñoso!
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