Este mes de julio he presenciado como una pareja de abuelos paseaba a su nieto en el carrito y le hacían carantoñas. No es nada inusual, si no fuera porque los abueletes en cuestión eran chinos, ha sido mi primera vez. Nunca había visto a una pareja de abuelos chinos fuera de sus comercios, paseando plácidamente y disfrutando de la familia. La verdad es que me arrancó una sonrisa después de recuperarme del asombro.