...y templé mi corazón con pico y barrena.
Pues sí, creo que eso es lo que exactamente tienen el colectivo minero asturleonés por corazón, cuando derriban árboles que sabotean las catenarias e impiden el tráfico ferroviario. Y es que hace un par de semanas, iba yo camino de mostrar mis conocimientos a la capital astur y hete ahí que me quedé atrapada en el tren hartas horas, tan hartas, tan hartas que tardé en hacer el trayecto de 451 kms, exactamente 12 horas.
Ha sido mi primera vez de guerrilla rural, y digo guerrilla porque en ese viaje donde conocí a muchísima gente estupenda, los ferroviarios nos explicaron que cuando derriban árboles sobre las catenarias, suelen llamar y avisar donde han hecho el destrozo para impedir que el tren descarrile. Peroooooo fíjate por donde, nos encontramos un árbol caído que no había sido notificado, en pleno puerto de Pajares, en un paraje recóndito, a la salida de un túnel. El maquinista no paraba de decir que gracias a Dios que no era el Alvia, tantas veces lo dijo que acabamos por preguntar y la respuesta nos resultó de lo más plausible. El Alvia sale del túnel a más velocidad y por la distancia que había entre ellos, era imposible que frenara a tiempo y por supuesto, lo que había en el lado derecho era un precipicio. Y es que soy mineroooooo...y templé mi corazón con pico y barrena
Pasé cerca de 6 horas en un pueblo con nombre keniata, Busdongo. Es practicamente un apeadero pero la poquísima gente que vive allí y tiene negocio, son estupendísimos, la panadera y Juan el del Maragato, que hace unos bocatas de chorizo picante, unas tapas de cecina y unas cañas de vino tinto que no hay quien se lo salte. Muchas gracias a los trabajadores del regional León-Oviedo.
Tengo que volver a Oviedo la semana que viene a seguir demostrando que tan tonta no soy, aunque algunos amigos como Molcajete no solo lo piense sino me trate como tal, pero esta vez espero encontrarme la marcha de mineros en carretera. He leído sus reivindicaciones y qué quieres que te diga, el derecho a que sus hijos sean mineros pues como que...en los tiempos que corren, me parece indigno que se mantenga vía subvención. Si realmente le tienen tanto amor a la mina, siempre existe la posibilidad de ejercer en el extranjero que es lo que están haciendo miles de jóvenes.
Supongo que hablar de justicia en este tema es bastante peliagudo