El llamado "Justin Bieber del PRI", Enrique Peña Nieto, candidato a la presidencia de la República de México para el 2012, no ha sabido contestar a la simple pregunta de tres libros que le marcaron, y he me aquí, sin sorprenderme lo más mínimo.
Mis afectos literarios mexicas son indiscutibles; mi pasión más allá de la literaria por Carlos Fuentes está fuera de toda duda; el reconocimiento de que uno de mis libros favoritos es Pedro Páramo de Juan Rulfo; me encantan los cuentos de Ibargüengoitia; de Villoro me fascina la literatura infantil y que Krauze me abrió los ojos a una complicada historia política, amén de Volpi, Mastretta, Aguilar Camín, mi adorado y difunto Dehesa y una larga retahíla de escritores y ensayistas jóvenes y no tan jóvenes que inundan las ferias y cónclaves internacionales más importantes de la literatura, pero de leer en el país, poco, muy poco. Acerca de las bibliotecas, aún estoy esperando a encontrar una biblioteca pública decente, pero no desespero.
Confieso que yo soy así de rarita, uno de mis lugares favoritos de Ciudad de México está en el Sur, en Miguel Ángel de Quevedo, un pedazo de calle donde se encuentran las librerías del FCE y Gandhi. Los otros sitios son la librería Rosario Castellanos de la Condesa y El Péndulo en frente al Parque del Reloj. Me atraen lo mismo que el Zara a una quinceañera pero he de reconocer que para el bolsillo del mexicano, los libros no son baratos.
Pero voy a ir más allá, y es que México ha sido un país pirata en cuanto a los libros, no por fotocopiar, no. Es más común sacar ediciones piratas que se venden en la calle, pero esta iniciativa tampoco ha conseguido elevar el nivel de lectura. Simplemente el mexicano no lee, si bien es cierto que el analfabetismo desgraciadamente está todavía muy extendido, los que tienen esa fortuna de saber leer y poder, simplemente no quieren.
No es extraña que una casa mexicana donde los propietarios son universitarios, no tenga ni un libro, ni profesional, ni de evasión, pero si encontrarás el último modelo de TV, la última consola, la última laptop, iphone, blackberry and whatever you want. ¿Por qué habría de ser extraño que uno de los llamados a dirigir los designios de la nación encaje dentro de la descripción de la mayoría?
Eso sí, todas las semanas puedes comprobar la nueva oferta editorial que lanza este país. Si uno se acerca a la sección de libros y revistas de un Sanborns, puede ver como los tertulianos y periodistas de las múltiples cadenas de radio y televisión editan sus ensayos y disertaciones sobre todo de contenido político, apenas semanas después de que surja alguna polémica. ¡Si Octavio Paz levantara la cabeza! Yo dejé de preocuparme por el sinsentido que contenían algunos textos, amén de las exuberantes faltas de ortografía o errores gramaticales porque casi nadie los compra, puede ser con facilidad uno de los países donde más títulos se publican al año y menos se lee.
Dicho lo cual ¿por qué preocuparse por un candidato que no lee, si hay otro candidato que ha planteado una "república amorosa" y un tercero en discordia que ni está, ni el mismo sabe que le esperan? Va a ser cierto eso de que tenemos los políticos que nos merecemos.
PD. yo quería haber estado en la FIL
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martes, 6 de diciembre de 2011
No me sorprende
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