miércoles, 17 de diciembre de 2008

Hansel y Gretel, desgraciadamente de moda

Ayer fui a ver la ópera "Hansel y Gretel" de Engelbert Humperdinck. Para mi desgracia no la pude ver en el teatro porque se representaba en Londres, en la Royal Opera House pero fui a verla en pantalla grande al cine cerca de mi casa.

No sé porqué decidí no leerme la sinopsis que me dieron en la entrada y cuando la obra apenas comenzaba me di cuenta cuan de moda estaba el tema, el hambre. Angelika Kirchschlager, mezzosoprano, y Diana Damrau, soprano daban vida a estos dos pequeños hambrientos. La interpretación fue tan gástricamente convincente y la hora tan propicia que apenas salí del cine vacié la nevera, pero durante la representación la pareja de hermanos viven, duermen y sueñan tan solo con comer. Un sueño legítimo que no solo tienen nuestros protagonistas sino los más de 950 millones de personas desnutridas en el mundo.

La puesta en escena fue genial; un hada del rocío con guantes de goma y plumero; un padre que le da al tinto de verano y vuelve a casa con bolsas del SPAR y una bruja con una descomunal prótesis mamaria al aire "libre". Estos son algunos ejemplos de la parte más frívola de esta obra tan actual.

Lo mejor sin lugar a dudas no fue el sonido, fue la presencia de algunos niños en la sala y el interés de sus padres por enseñarles que hay vida más allá de High School Musical.
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lunes, 8 de diciembre de 2008

Jane Austen me da mal rollo

No hay que malinterpretar el título, soy una fan de Jane Austen. Supongo que como a casi todas las mujeres.
Esa contención, esa inaccesibilidad, esos amores imposibles y el triunfo final de un amor que en numerosas ocasiones está camuflado en un susodicho no deseado inicialmente. Vamos, las mejores "novelas con corazón" de las letras inglesas, ya sabemos que de las españolas es Corín Tellado.
Mis ángeles de la guarda me brindaron una día fantástico incluido quentiño y película, La Joven Jane Austen, que no es otra que la degraciada vida adolescente de la escritora, ¡qué digo, desgraciada... un dramón!
En fin, que el corazón se me hizo un gurruñito por el "no triunfo" de un amor austeriano que debería haber vencido y me fui a mi casita "agüitada", con mi tupperware vacío y con un mal "rollito literario"pero encantada por el día tan estupendísimo.
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